El entrenamiento de fuerza no solo fortalece nuestros músculos, sino que también tiene un impacto positivo en la salud de nuestros huesos.
Mantener una buena densidad mineral ósea es crucial para mantener una estructura fuerte y saludable. Aunque no podemos revertir la pérdida de densidad ósea, la evidencia sugiere que la actividad física regular puede ayudar a estabilizarla.
Por lo tanto, incorporar el entrenamiento de fuerza en nuestra rutina puede ser beneficioso para mantener nuestros huesos fuertes y prevenir posibles problemas en el futuro.
¿Qué tipo de actividad física estabiliza la densidad mineral ósea?
El entrenamiento de fuerza es una actividad física que tiene un impacto significativo en nuestros huesos.
Cuando sometemos nuestros huesos a una carga, se produce una respuesta en el fluido interno del hueso y los osteocitos, lo que activa la formación de hueso a través de los osteoblastos.
Además, la contracción muscular también estimula la formación ósea. Es importante destacar que en personas con baja densidad mineral ósea, la carga utilizada debe ser lo suficientemente pesada como para promover la formación de hueso, pero adecuada para evitar fracturas.
Se recomienda trabajar con intensidades del 85% de la carga máxima que una persona pueda soportar.
¿Qué podemos hacer para evitar el declive de la densidad meneral ósea?
El impacto del entrenamiento de fuerza en nuestros huesos es fundamental para evitar el declive de la densidad mineral ósea. Es recomendable empezar a entrenar la fuerza antes de los 30 años para maximizar el pico de densidad ósea.
Sabemos que después de los 35 años, la densidad ósea disminuye aproximadamente un 1% al año tanto en hombres como en mujeres. Durante la menopausia, esta disminución se vuelve exponencial, alcanzando hasta un 10%.
Si se parte de una densidad ósea suficientemente alta, perder algo en la menopausia no será un problema, pero si los huesos ya están debilitados, el riesgo de fracturas aumenta considerablemente.
Si te han diagnosticado osteopenia, es importante buscar soluciones a tiempo para prevenir fracturas en actividades cotidianas.
Conclusión
Si quieres mantener tus huesos en perfecto estado de salud, practica entrenamiento de fuerza a partir de los 30 años con cargas cercanas al 85% de fuerza máxima. Además, asegúrate de llevar un estilo de vida adecuado, con una dieta suficiente y adecuada para ti. De esta manera, podrás garantizar unos huesos fuertes durante gran parte de tu vida y especialmente en edades avanzadas.